un final a medias en Cali

Una Oreja Como Oasis en Medio de un Desierto de Bravura

por: Javier Baquero – Jaba - Astauros

Cali – Colombia. La ganadería de Fuentelapeña, de la familia Domínguez le cumplió a la afición caleña en lo que alcance de ellos estaba, sin embargo los toros son como los melones “hasta no abrirlos no se sabe cómo están por dentro”.  

Con tan solo un “poquito” más de un cuarto del aforo llegamos al final del año taurino, Vidanueva, un ejemplar marcado con el guarismo 444 y con 472 kilos fue el último toro en lidiarse en el mundo durante el 2010, y este junto sus hermanos no dejaron mucho para recordar al final de la tarde.

La terna conformada por Curro Díaz, Luis Bolívar y Daniel Luque pusieron todo de sí pero para “bailar” se requieren dos, y en caso de hoy solo toreros, frente a “bonitas” sin ton, ni son. Los toros estuvieron bien presentados, musculados, con trapío y pitones prominentes, lamentablemente con poca fuerza y menos casta en sus carnes. Todos fueron acompañados en el arrastre por los pitos de los asistentes.

Lo más destacable de la tarde fue protagonizado por parte de nuestro compatriota Luis Bolívar, que lanceo bien a la verónica al quinto del festejo. Con la muleta equivoco al toro y le ejecutó una faena meritoria en la construcción. La técnica y el buen momento por el que atraviesa Bolívar fueron plasmados en una faena en la que la persistencia, la buena administración de los tiempos y el temple dieron como resultado muletazos largos y profundos, pese a lo tardo y bajo de raza del astado. Mató de certera estocada, en la que incluso resulto prendido por el chaleco, luego de lo cual el público solicitó los trofeos. El presidente entregó una oreja tardía y escucho fuerte bronca, incluso con gritos de pícaro por no entregar un segundo trofeo, la verdad una oreja era justa, pero como el palco a entregado orejas por menos, el público tenía justificación para pedir el segundo apéndice.

A su primero lo saludo con dos largas cambiadas y varias verónicas templadas y apretadas. Por delantales ceñidos llevó al toro a la jurisdicción de Cayetano Romero, para luego ejecutar dos bellas tafalleras y un remate a una mano, conjunto que fue del agrado del respetable. Con la muleta todo el mérito estuvo en el torero pero el toro era materia insipiente para buscar el triunfo.

El cabeza de cartel, Curro Díaz, puso voluntad, ganas, temperamento y temple para tratar de arrancar embestidas a sus dos oponentes, el primero pitado en el arrastre y el segundo “repitado”.

El tercero del cartel fue Daniel Luque que tampoco contó con suerte pese a poner toda su disposición en función del triunfo.

En este orden de ideas la oreja de Bolívar resulto ser un oasis en medio de un desierto de bravura.

Finalmente, y aprovechando la oportunidad deseamos a todos muestro lectores un Feliz y Taurino 2011, que el Todo Poderosa llene de bendiciones sus hogares, que la mirada cariñosa de nuestro Señor y el Manto de la Virgen de La Macarena estén siempre sobre ustedes. Gracias por habernos acompañado durante todo el 2010 y durante el 2011 esperamos seguir contando con tan selecta fidelidad.