Por: Javier Baquero – Jaba – Astauros
Cali - Colombia. Cumplimos con el segundo festejo de la Feria de Cali, la primera corrida, una mixta que salió deslucida por un común denominador, la mansedumbre de los astados de la ganadería de El Paraíso.

El español puso lo suyo llegando a la cara haciendo cabriolas, colocando rejones certeros y de buena ubicación. Las banderillas largas, cortas, al violín e incluso un par a dos manos arrancaron de los asistentes las palmas que durante toda la noche quisieron estallar. En el público había deseos de triunfo como en los toreros ganas de acariciar los trofeos, razón por la cual todo se agradecía, nada se reprochaba y mucho más era lo que se anhelaba.
Lo de ayer fue un festejo más y una ilusión desvanecida. Vendrán nuevas tardes para Guerrita y Cristóbal en las que encontraran mejor suerte. Para Andy también podrá haber mejores actuaciones aunque con lo mostrado cumplió al público caleño.
Hoy nuevamente la presidencia mostró errores imperdonables, tal vez el más notorio el permitir en el segundo toro de Andy Cartagena se colocara un tercer rejón de castigo sin que el rejoneador pidiese el preceptivo permiso, situación que el palco permitió y dejó pasar inadvertida. El número de farpas tampoco se ajusto a lo reglado, ni el presidente ni en asesor parecen saber contar. Será que el palco no sabe o quizás no quiere saber. Veamos otro festejo y esperemos que las cosas mejoren suerte para Juan Bernardo, el rejoneador Piraquive y los matadores El Cid, Luis Bolivar y Daniel Luque.
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