Tradiciones Taurinas Perú.

Dramático Festival

Redacción Internacional: Jorge Arturo Díaz Reyes- Colombia. Los negros de Gutiérrez, 471 kilos promedio, desplegaron un catálogo de mansedumbre y malas mañas, inesperados en la proverbial dulzura de su encaste, pero los toreros asumieron el reto, con hambre de “novillada de la oportunidad” y lo que era un festival benéfico para jugar al toro se convirtió en una drama prolongado e intenso en el que hubo tumbo, peligro, cogidas, cuatro fueron a la enfermería, y la plaza llena terminó exhausta de sustos y emociones.

Andy Cartagena tapó con monta espectacular la inmovilidad del primero que lo esperaba ladino y le cazó a Deopux en un embroque. Un bajonazo trasero ineficaz, hundido luego por el peón, y otro rejonazo descolocado fueron premiados con una oreja que nadie pidió. ¿Ah?

El Juli, total, como si fuese “resurrección en Sevilla”, apabulló con fácil solvencia y una sonrisa las revueltas, los hachazos y acechanzas de su mansobronco, domándolo y haciéndolo pasar en faena construida, mandona y docente. Entrando a ley pinchó en alto sin soltar antes de la estocada letal. Recibió una oreja en vez de dos. ¡Igual que para los bajonazos del rejoneador!

Paco Perlaza reapareció picado en el ruedo que ha considerado suyo. Siendo el segundo espada de Colombia solo le dieron una corrida en la feria y en las otras plazas lo ignoraron. Larga cambiada, tres verónicas, chicuelinas, nicanoras y revolera dinamitaron la plaza. Con sus 490 kilos “Burbujita” lanzó caballo y picador por los aires, le pegó una fuerte voltereta al peón, Miguel Gómez y cuando en medio del barullo Paco entró al quite por miguelinas de largo, fue cogido con gran violencia en la tercera y luego recibió una brutal paliza en el suelo.

Aturdido, descoordinado, azuzado por el público, regresó a una pelea desordenada y azarosa que terminó con pinchazo, estocada delantera y cuatro golpes de cruceta, antes de desmayarse en la callejón y ser trasladado a una clínica con conmoción cerebral y múltiples traumatismos.

El Cid también vino a saldar algo, su incompleta presentación de anteayer. Bordó un terció de capa precioso, lento, dibujado, de salón, pero el bicho cogió luego a José Manuel Rebolledo, y se enceló en su cuerpo con ferocidad, lesionándose la mano derecha. El de Salteras intentó lucir con el inválido pero ya no era de recibo. La eutanasia vino con pinchazo y estocada que debieron administrarse mucho antes.

Cayetano igual que ayer, incapaz de resolver los enigmas de su áspero manso, pero con empaque y destellos estéticos en los cuales todos queremos descubrir reminiscencias de su aristocrática genealogía, y a veces, de verdad, las encontramos.

Santiago Naranjo Pequeño, valeroso y carismático, novilleril en su generoso arrojo y falta de recursos. Con siete verónicas y media vehementes y un atragantado quite por marcheneras, navarras y revolera metió la plaza en su bolsillo. De allí en adelante todo fue un escándalo parcial y fiestero. Tres circulares remolones, antes de la tremenda cogida y paliza que hizo temer lo peor destrozándole la ropa, llevaron las cosas al paroxismo. Dos pinchazos delanteros, un desarme y una estocada también delantera no fueron óbice para la oreja exigida rabiosamente.

Si los animales hubiesen tenido íntegras su cortas y capachas defensas, quizás ahora estaríamos lamentando una tragedia. Esto, aunque suene cruel, cotizó el festival y justificó el llenazo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de Cañaveralejo. 5ª de feria. Noche 25ºC. Lleno. 6 machos de Ernesto Gutierrez (encaste Santacoloma-Murube), con romana y cuajo de toros pero pobres de cara, mansos y con genio.

Andy Cartagena, oreja.-

El Juli, oreja.-

Paco Perlaza, palmas.-

El Cid,silencio.-

Cayetano silencio.

Santiago Naranjo oreja.

Incidencias: Pasaron a la enfermería :Miguel Gómez y Paco Perlaza cogidos por el tercero, Perlaza trasladado a la clínica Imbanaco con conmoción cerebral,Jose Manuel Rebolledo cogido por el 4º y Santiago Naranjo, al finalizar el festejo, cogido por el sexto..