sábado, 1 de enero de 2011

tambien en CALI, bronca al juez por negarle la segunda oreja a Luis Bolivar

A Bolívar le birlan la puerta grande
por: Jorge Arturo Díaz Reyes
Cali - Colombia. En una soleada tarde de mansos aviesos y estulticia del abroncado palco, brillaron la valerosa estética de Curro Díaz y el arrojo leal de Luís Bolívar menospreciado tras una faena de gran contenido a un bronco imposible, una estocadaluis-bolivar-en-cali-voyalostoros.com de escalofrío y una petición unánime de segunda oreja.
En el primer lance de la corrida el bruto “Estudiante”, a pleno galope, ignoró la capa y como un misil impactó sus 510 kilos contra el pecho de Curro Díaz lanzándolo por los aires a más de diez metros. !Lo mató! Chilló una mujer tras de mi. !Qué va! El gitano rechazó con disgusto las ayudas !Taparse! gritó y volvió a la pelea. Nada de aspaviento, nada de duda, nada de espanto, a la cara se fue, mejor dicho a la cuna, para provocar sin tregua pero sin descomponer su porte vertical y plantado al remolón aleve. Así arrancó algunas manojos de pases por las dos astas, algunos molinetes un circular, una estocada pasada, y el corazón de la plaza en una ovación de saludo. Torería contra infortunio. Arte contra brutalidad. Luego a las seis de aquí, las doce de su patria, cuando le dimos el feliz año, nos dijo sonriente, así como así --Hoy volví a nacer.
El drama (sin la cogida ) se repitió con el cuarto de 560 kilos, que fue una ampliación del primero. Y Curro, tragando, porfiando, desafiando, en jurisdicción de manso, apostó carne a cambio de unas tandas laboriosa pero majas. Pinchó y agarró estocada cazando, por eso no le pidieron la oreja, pero lo aplaudieron duro, como diciéndole, vuelve.
Luís Bolívar, despreciando las avilanteces del Segundo, en larga cambiada, cinco verónicas, revolera mirando al tendido, tres marcheneras fijas y una reminiscente media de molinete, proclamó que la pelea es peleando. Luego, sembrado en los medios, impartió cuatro cambios por pecho y espalda ligados con tres derechas en redondo y un martinete que alebrestaron la parroquia. Pero el malo se coló, huyó, se rajó, en una cabezada desarmó, e hizo estéril la porfía, que después de una estocada honrada quedó sin premio.
Ante la perversidad del quinto, en los dos primeros tercios se perdieron las esperanzas. Escupido tres veces del peto, mirón, cabeceador, atropellador en capa y banderillas, nadie daba nada por él. Nadie, menos el caleño que no lo dejó picar, lo brindó a una recién nacida, y se le sembró abandonado a los arreones en diez estatuarios por alto que abrieron un duelo tenaz. Ofreciéndose como señuelo a las inciertas puntas del pavo, el torero, estoico impuso su voluntad y fue construyendo una faena ambidiestra, de dominio, de susto, de valentía y verdad contundentes. El público y la banda, sometidos también, iban ruidosos tras los duros envites del peligroso. La tarde había cambiado. La igualada fue en los medios, el viaje recto, el embroque fiero, la estocada total arriba, Bolívar salió colgado del pitón derecho, los alaridos de miedo se trocaron en ovación y en tempestuosa petición de la segunda oreja, ignorada por este palco errático que antes las ha prodigado vergonzosas. Pero el respetable se las cobró y el clamor !Pícaro, pícaro! desbordó la plaza y subió a los farallones. No valió, la verdad, el valor, y la suerte suprema fueron derogados por la ignorancia, la insensibilidad, la vanidad, o todas juntas.
El sevillano Daniel Luque se va de su segunda feria de Cali, luego de lidiar en dos años nueve reses y no poder refrendar su alto cartel en España. ¿Mal fario en los sorteos? Algo de eso hubo, pero, pero… Hoy se dio en los dientes otra vez contra la morucha condición de su lote y su ponerse ahí, su brega sudorosa, su deseo de redención, no calaron, mejor dicho, aburrieron. ¿Habrá otra vez?
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Cañaveralejo. 7ª de feria. Sol 32ºC. Media entrada. 6 toros de Fuentelapeña (en Samuel Flores), bien presentados, 514 kilos promedio, mansos y broncos, pitados todos.
Curro Díaz, saludo y palmas.
Luís Bolívar, palmas y oreja con unánime petición de otra y bronca al palco.
Daniel Luque, silencio y palmitas.-
Incidencias: Curro Díaz cogido violentamente sin consecuencias en su primer lance. Gran bronca a la presidencia por negar la segunda oreja del quinto a Luís Bolívar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario