Solanilla Oreja de kilates
por: Jorge Arturo Díaz Reyes
Manizales - Colombia. La corrida comenzó con casi una hora de retraso por la lluvia pero se desarrolló en seco. El rejoneador desertó, se fue, y dijo que volvía mañana, dejando limpia la terna nacional que protagonizó un festejo a pié más que interesante. Los Dosgutiérrez, con énfasis Murube en su encaste mixto de Santacoloma, son toros ideales para rejones, hoy lo demostraron corriendo carialtos tras los engaños. Solo el quinto humilló.
El bogotano Juan Solanilla, rayó a gran altura con una faena rica en matices, colorida, imaginativa, sentida y ligada en la cual repasó el catálogo de la tauromaquia de principio a fin y que a decir del propio ganadero: “resolvió los problemas del toro”.
Verónicas, serpentina, cacerinas, navarras, largas… El animal era noble, iba suave, aunque no descolgaba. Luisín le picó justo y Herrera y “Chiricuto” le adornaron con tres buenos pares saludando. Todo bien. Una pedresina explosiva de tablas a medios, un cambio por la espalda y uno de pecho todo en uno, abrieron paso a un recital por los dos pitones en clave de media altura; la del toro. El predomino fue izquierdo, natural, fundamental, emocionante. Flores, molinetes al derecho y al revés, circulares y recortes matizaron.
La batahola en los tendidos era total. Sonaba el pasodoble “Feria de Manizales” reservado aquí solo para faenas excepcionales. Juan se volcó todo sobre el morrillo, dejando la estocada hasta las cintas, la petición de trofeos fue tempestuosa, pero Usía, omnímodo, repantigado solo dio una y como para disminuir más al torero ordenó la vuelta para un toro que nunca humilló y se quiso ir ¡Qué cosa! Con el sexto, un grandulón manso, esperador y sabido, el despojado abrevió con estocada de recurso.
Sebastián Vargas, es toreo bullidor, corajudo y veterano. Así toreo, sin finura, sin aplomo pero con transmisión. Levantó pueblo en sus dos tercios de banderillas, al sesgo, de poder a poder, pero más en los dos pares de Calafia pegado a tablas. Al primero lo estoqueó sin efecto y le marró cuatro veces el descabello oyendo aviso. Al cuarto le dio medio metisaca delantero luego de haberle abrumado con una brega vehemente, iniciada con tanda en redondo de rodillas que metió la plaza en el cuento y a falta de más premio saludó cerrada ovación.
Manuel Libardo, naufragó frente a la mansedumbre parada del segundo y terminó pinchauvas. Pero salió a flote con el mejor de la corrida, el quinto, buenmozo de 510 kilos, humillador, medido de casta y fuerza. Tras larga cambiada de rodillas, el mejor Libardo (que yo he visto), templó lentos y cadenciosos lances y luego de un picotazo hipodérmico de Viloria, del cual “Sureño” salió blandeando, le unció a muletazos de gusto especialmente al natural. La segunda tanda fue antológica. Poso y reposo, quietud y ritmo. El maestro César Rincón se deshacía en elogios desde su micrófono. Para qué decir más. Firmó con bernadinas apretadas. Iba de pelo. Metió el acero hasta los gavilanes, pero un tanto delantero, un tanto contrario y sin efecto rápido. Recibió un aviso y un saludo de consolación que supo a poco.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Monumental. 2ª de feria. Lluvia previa, frío 11ºC. Media entrada. Seis toros de Dosgutiérrez Bien presentados pero disparejos, nobles, justos de raza y a menos. Destacó el noble 5º aplaudido, y se le dio vuelta al ruedo al carialto 2º
Sebastián Vargas, silencio y saludo tras fuerte petición de oreja.
Manuel Libardo , silencio y saludo tras aviso.
Juan Solanilla oreja con fuerte petición de otra y silencio.
Incidencias: El rejoneador Andy Cartagena se negó a torera por la humedad del ruedo y dijo que volvía mañana. Saludaron: Andrés Herrera y John Jairo Suasa tras parear al 3º bis. Durante la lidia del 3º por Juan Solanilla sonó el pasodoble “Feria de Manizales” exclusivo aquí para faenas excepcionales.
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