UNA PENA LLAMADA DAVID GIL
Lima, 01 de Marzo del 2011
SeñorDirector de la Revista Aplausos
Att: Srs Jorge Casasl y J. Cristóbal
Valencia - España
De mi consideración:
Por la presente me dirijo a Ud. a fin de solicitarle muy respetuosamente aclarar un reportaje publicado en vuestra revista de fecha 22.02. del presente año, titulado “Perú, refugio de los sueños”, donde se anotan una serie de imprecisiones que lindan con irrespetuosas, por lo que desarrolló las aclaraciones del caso.
Cuando mi natural satisfacción de proveerme de las noticias taurinas, me encuentro con un reportaje en la revista Aplausos y que entrevista a David Gil, y me sorprende las afirmaciones que hace de mi país, un país que desde que llegó le brindo cariño y hospitalidad, y porque no decir, recursos para subsistir, él y su familia en España. Aunque corrobora la poca calidad de gente que es. Es cierto que lo represente ocho años, los últimos dos no, pero, quien es tan tonto que aguante tantos años sin cobrar. La esclavitud no existe y menos ahora.
Luego si los dos últimos años no lo representé fue porque mi salud se resquebrajo tanto, que estuve a punto de morirme, y él me abandonó. Es esa la verdadera respuesta de los años anotados, y si él dice que le pague miserias, esta mintiendo primero porque apoderamiento no existió. Existió amistad básicamente, es ese el motivo que nos unió, porque cuando llegó no existía en la fiesta brava. Mi trabajo consistió en construir un ídolo que el tiempo me dió la razón, pero estó lo ratifica como el ser mas miserable de la tierra, porque él cobraba lo que me pedía, lo demás era el conjunto de los contratos y los montos no eran para una sola persona, sino para los otros matadores, las cuadrillas y los gastos. No puedo negar que la infraestructura vial en mi país es deficitaria, pero no a los niveles que él menciona.
Quizás esto no lo debía decir, pero nuestra relación se vio resquebrajada día a día porque no era admisible tener al lado a un torero de naturales condiciones, pero con defectos inmensos, yo no comulgo con las noches de borracheras y otros vicios mas, además de abusos que cometía con las chicas, que se alborotaban con el traje del torero y la raza distinta a la nuestra. Estoy en total desacuerdo respecto a lo que referencia de mi país como un país muerto de hambre, su poca calidad distorsiona las cosas. Uno de los motivos mas esclarecidos de estos hechos fue en aquel año donde luego de una borrachera de toda la noche, acompañado del mas joven de los banderilleros que estaba a sus órdenes, teniendo que torear al siguiente día, "El Bebe", éste sufre una cornada que le pudo quitar la vida, aunque le salió barata porque sólo lo quitó de la profesión. Y no estoy anotando las oportunidades que le conseguí invirtiendo yo, en Ecuador y México oportunidades interesantes, pero que las deprecio porque honorarios no quedaban.
Son muchas las anécdotas que en aquellos años hemos vivido, pero que no sea tan cobarde de decir las cosas y ponerme como abusivo, y a mi paìs como miserable, eso no es cierto, y el tiempo lo dirá porque la mentira tiene patas cortas, si es tan hombre, porque no dijo eso estando aquí y espera hacerlo a 14,000 Km. de esta tierra que le brindo y brinda tanto afecto y oportunidades a toreros que buscan la posibilidad de estar frente al toro y en plazas mas grandes o mas chicas, pero plazas al fin. Aquí los toreros cobran y no como lo que sucede en España, la cuna del toreo. Espero que esta vez David Gil demuestre en su tierra que fue capaz de crecer aquí para bien de el, le deseo suerte a pesar del desprecio que hace a mi país sin tener en cuenta todo lo que le ha dado.
Esperando su comprensión a expresiones que ofenden y no mencionan verdad, me despido de Ud. confiado en que sabrá encontrar las formas de señalarle a su público lector que lo dicho por David Gil, ha sido producto de una situación hepática y de poca calidad humana.
Atentamente
Rafael Montenegro Delgado
DNI No. 08122649
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