Redacción: Tomás Mondragón
Cali - Colombia. Esa tan de moda toreabilidad, impuesta a gritos por muchos toreros, presentaron ayer los toros del Ganadero Julio César Rincón Ramirez.
Muchas palmas para los novillos bien presentados, en su arrastre, muchas faenas con el acompañamiento de la música, al final sólo una fue a parar a las manos de Ramiro Cadena, las demás insólitamente no se cortaron.
El primero de la noche, embestía con clase y nobleza, lástima su escasa fuerza, circunstancias que supo manejar y administrar Ramiro Cadena, para darse y darle sitio al novillo, logrando derechazos de comienzo en los medios. La música comenzó a sonar justo cuando ejecutó la mejor tanda de naturales. Tuvo siempre suavidad, temple y ligazón, faena importante y novillo importante. Una oreja, la otra se perdió por la media estocada ejecutada, y vuelta al encastado novillo.
Nuevamente Luis Bolívar estuvo en toreo, en disfrutarse en la cara del ejemplar, en templarse desde el comienzo ejecutando verónicas de mano baja. El novillo también mostró justa fuerza, y de comienzo fue distraído con algunos visos de mansedumbre. Recibió la vara de la cual salió algo abanto y sin fijeza. Sin embargo la extraordinaria lidia que efectúo Gustavo García, en la cual con tan sólo 5 suaves capotazos fueron necesarios para la colocación de los dos pares y el cerrar al novillo. Ojala siempre la lidia fueran tan perfecta y nos quedarán más muletazos al final.
Con suavidad, con sitio y siempre acompañando al novillo, Bolivar hizo que el ejemplar comenzará a embestir con fijeza, a media altura fueron todos los muletazos, muchos de los cuales tuvieron largura, ritmo, son y mucha torería. Lástima la espada que le privó de los trofeos.
El tercero de Las Ventas se desplazó con buen galope en sus inicios, pero nunca humilló. Provocó un tumbo de bravo. Sin embargo, no tuvo raza para soportar un toreo de mando y hondo, que quiso ejecutar David Mora, torero que se planta con verdad y valor en el ruedo. Hay que verle toda la temporada, no en vano es una de las revelaciones del presente año.
Me gustó el Luque del festival, sin dejarme de dar rabia el no poderle siempre así, estuvo templado y pausado. Por fin Cali pudo vibrar con el arte que posee don Daniel Luque, el novillo embestía como una carretica, fijo, noble y con clase. Se dio el lujo de realizar sus famosos cambiados dejando la espada clavada en la arena, es sin lugar a dudas un gran torero, la afición colombiana vibrará cada tarde o noche que él se ponga en valiente y en torero de verdad, después les cuento otro pedazo… Nuevamente la espada no permitió el corte de los apéndices.
De los colombianos José Fernando Alzate y Juan Solanilla, me quedan muchos sin sabores, tal vez el deseo de verlos triunfar, lo cierto es que no tienen continuidad en sus faenas, los novillos no fueron ni muy buenos, ni muy malos, lo que sí es cierto es la sensación de que también tuvieron como triunfar y no lo hicieron. Había que mandar de una vez, había que encontrar el sitio rápidamente sino, tal como ocurrió, los novillos perdieron interés, nadie buscó hacerlos romper, y por allí comenzaron a medir, a pararse y a complicarle el estar a los colombianos.
El público que casi colma los tendidos, disfrutó de la noche fresca en Cali, se vieron muchas cosas interesantes, las cuales no las quitan, como las orejas, las espadas.
Resumen festival:
Ganadería de las Ventas del Espíritu Santo de Julio César Rincón Ramirez, de altísima toreabilidad, nobles justos de casta: vuelta al primero, palmas: 2do, 3ero, 4to y 5to.
Ramiro Cadena: oreja
Luis Bolívar: saludo
David Mora: palmas
Daniel Luque: saludo.
Fernando Alzate: silencio
Juan Solanilla: silencio
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