Por: Gloria Toro´s
Cali – Colombia. Se lleno la plaza de Cali para la realización del tradicional festival nocturno, pese a esto muchos detalles se le escaparon a los aficionados y aquí se los contamos:
En la mañana se realizó el tradicional sorteo y para el seis ejemplares de Gutiérrez, cinco muy murubes y uno muy coloma, eso sí no hubo la posibilidad de lotear, de a uno para cada uno. El coloma quedo para cerrar el festejo en manos de Naranjo.
La plaza registro la mejor entrada, un lleno cómodo o también podríamos decir que un lleno taurino, que diferente a uno total, donde no quedan boletas en la taquilla.
El festival inició con un paseo de la imagen de la Virgen de la Macarena por el albero de la plaza en andas trasteada por los toreros. Todos los integrantes del cartel acompañaron a la patrona en medio de una plaza oscura, sin luminarias, alumbrados únicamente por miles farolitos que fueron repartidos a la entrada del coso. Bello el aspecto de los tendidos y el ruedo.
Dentro de la “procesión estuvo el apoderado del novel torero Santiago Naranjo.
El rejoneador Andy Cartagena se despacho en la colocación de farpas, siete inicialmente, una por encima de las autorizadas por la Ley. Luego pidió permiso al palco para colocar dos, estas a dos manos. Fue vistoso pero exagerado.
El banderillero José Manuel Rebolledo tuvo una noche accidentada, primero se cayó en el primero, sin medias obstáculo y luego en el cuarto una fuerte golpiza le propino el de Gutiérrez.
El palco sigue por la senda de navidad, dando regalos a granel. Al rejoneador Andy Cartagena, quien tuvo su merito, le obsequio una oreja inconsulta con el público, que no asomo un pañuelo ni para un catarro.
El toro de El Juli recibió tan solo un refilonaso y quiso saltar al callejón.
Creo que el palco alto es enemigo de la persona que elabora las banderillas en Cali, pues busca cambiar el tercio con el mínimo número posible, gracias a Dios se colocan por parejas, o sino?.
La oreja de El Juli si fue justa y acertada, en este caso el palto tuvo la razón.
El tercero de la noche, toro que correspondía a Paco Perlaza salto al callejón y quedo como en una balanza sobre las tablas del anillo para finalmente caer parado en la arena viendo de lejos a los ocupantes del callejón.
Perlaza al realizar unas espaldinas recibió una fuerte golpiza, luego de la cual culmino la lidia, se desmallo, paso a la enfermería y luego a un hospital de la ciudad donde se recupera.
El público gritaba de forma ilógica “Toro, Toro, Toro”, al tercero un complicado astado. No sé que le vieron, pero no era para gritar toro y menos para aplaudirlo en el arrastre.
El cuarto toro del festejo se malogro luego de propinar una voltereta al subalterno Rebolledo, sin embargo embistió con presteza, razón por la cual es inexplicable escuchar los pitos que le propinaron los asistentes en el arrastre.
El piquero Luis Carlos Pedroza – Luisin, tuvo el bonito y cortes detalle de despedirse de la presidencial luego de picar al último del festejo, detalle que pocos piqueros tienen en nuestro país.
El banderillero Procuna estuvo perdido al momento lidiar al último en las banderillas.
Muy oportuno un toque de Raúl Morales – El Patilla, con su mano en las tablas para auxiliar a Santiago Naranjo, comprometido al inicio de su labor sentado en el estribo.
Naranjo dejó el ayudado para realizar chicuelinas con la muleta, desafortunadamente resulto achuchado por el astado, que posteriormente le daño por completo su traje al momento de buscar la muerte del toro.
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