jueves, 27 de febrero de 2014

Falleció Jorge Rosales "Coquimba"

El día de hoy ha dejado de existir, es una pena que enluta a la familia taurina.

Fuente: Opinionytoros/Dikey Fernandez.

Hace uno días atrás que dimos la penosa noticia a través de una red social, que Jorge Rosales Loayza “Coquimba” estaba muy delicado de salud, el día de hoy ha dejado de existir, es una pena que enluta a la familia taurina.

                         Jorge Rosales Loayza "Coquimba" en 1988, cuando se inauguró la escuela

Todos los espectáculos y actividades en la vida tienen protagonistas principales y también hay los secundarios, pero detrás de ellos siempre existen personajes anónimos que hacen que los espectáculos funcionen; por ejemplo en el teatro tenemos a los tramoyistas a quienes no conocemos ni sus nombres, en el cine los luminotécnicos, camarógrafos, apuntadores; en los toros están los monosabios, servicios de capotes y banderillas, arrastradores, puyeros, en fin mucha gente que hace que el espectáculo se realice.
Jorge Rosales Loayza “Coquimba” nació un 9 de marzo de 1936, un bajopntino (de otro lado del río Rimac), criollo y jaranero, percusionista (tocaba el cajón y los timbales en los conjuntos de música criolla), fue monosabio (ayuda de los picadores), entrenaba con los toreros en la plaza de Acho desde joven, cuando llegaba la feria lo hacía con grandes toreros, entrenaba con el matador Rafael Gastañeta. Hacía de toro con los pitones y embestía con el carretón para que ellos entrenen. Con el tiempo fue profesor en la Escuela Taurina de Acho en la cual ha dejado buenos alumnos, entre los que destacan y están en actividad Víctor Hugo Garavito, Dennis Castillo, Alán Quispe, Aquilino Olazabal, Gustavo Jiménez, John Orbegoso, Edgar Córdova, Hugo Machado, Luis Alberto Castro, entre otros. La madrugada de hoy 27 de febrero dejó de existir tras una penosa enfermedad. En la década de los años 70 y 80 destacó al lado del “Chino” Colina y La Riva otros monosabios de esa época. Conservó buena amistad con todos los varilargueros y en especial con el jefe del arrastre Daniel Escudero.

                                Coquimba en la ganadería Camponuevo estriándose en un natural

De las grandes anécdotas con Coquimba puedo recordar es que era fanático de las películas de Cantinflas, siempre que llegaba o salía de la oficina decía “Sordenes jefeeee” como el 777. Tocaba el cajón junto a las guitarras criollas y alguna voz melodiosa después de las corridas de feria en casa de Mina (la hermana de los picadores y monosabios) al frente de la puerta la Cesina, por donde entran los toreros. Cuando cogía la escoba para la limpieza en el coso por alguna razón especial decía “me voy con la bailarina”. Fue un hombre metódico, dedicó gran parte de su vida al cuidado de su madre, soltero y sin familia personal; aunque a decir verdad, cuando ya empezaba a pintar canas, le vi enamorado de una dama pero ella se fue a vivir al extranjero, lo que acrecentó su soledad. Coquimba descansa en paz. “Sordenes jefeeee”…….

                                         Ahi queda para la posteridad un natural de Coquimba

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