Gran iniciativa de AETASUR por fomentar la fiesta de manera activa.
Fuente: Burladero América/Magaly Zapata.
Se cumplió el primer festival que organizan las peñas taurinas del Sur del Perú agrupadas bajo las siglas APETASUR que convocó a los toreros y ganaderos de forma desinteresada, respondiendo al llamado de aficionados en bien de la fiesta de los toros. De agradecer.
Así es que hicieron el paseíllo los peruanos Juan Carlos Cubas, Fernando Roca Rey y Paco Céspedes y con ellos el español Emilio Serna y el portugués Nuno Casquinha.
Se lidiaron novillos de los hierros San Pedro, Iván Rodríguez, La Laguna y Real Sevilla que condicionaron el resultado artístico del festejo, destacando la nobleza del Rodríguez que hizo segundo, que se dejó por abajo.
Emilio Serna abrió cartel con el nada santo sanpedrino que siendo bonito de tipo en colorado se quedaba corto, buscando y revolviéndose, incluso venciéndose. Traía peligro al ser obligado a pasar pero el murciano plantó cara echó mano de recursos y poder para construir –acaso inventar- faena con mucho aguante, especialmente por derecha. Estocada y vuelta al ruedo aunque mereció más premio pues dejó lo más sólido de la tarde. Errático público que entendió la faena y jaleó pero luego no premió.
Juan Carlos Cubas tuvo uno de Rodríguez, montado, aleonado, vareado que tuvo trasmisión aún cuando derrotara sobre tablas. Mejoró su condición tras los palos y se empleó más por abajo con nobleza. Su torero, abrió con una segunda tanda enjaretando muletazos largos, sometiendo y ligando que encendieron al público. No sostuvo el nivel y divagó hasta cerrar con otro similar. Mal con la espada, despacha al tercer intento. Saludos.
Fernando Roca Rey pechó con un débil y claudicante laguno, vareado, terciado, que rodaba por la arena. Señalado en varas y dos pares de palos para hacer de enfermero, por aquello de conducir con tiento y a media altura, gustandose y tan despacio que parecía en cámara lenta. Faena alargada inutilmente. Saludó.
El de Real Sevilla resultó un manso, de los que arrea sin ton ni son. Paco Céspdes se lució con lances a pies juntos y en muleta sin agobiar lo pasa con gusto y a su aire, con temple. Se raja. Suerte natural y entra la espada delantera, repite. Vuelta al ruedo.
El portugués Casquinha casi sin luz y sin opción ante el manso de La Laguna que cerró la tarde. Sin un pase, acobardado en tablas, no permitió lucimiento. Salvo verlo bregar con capote para intentar que aprenda.
Enhorabuena a los aficionados de APETASUR por la iniciativa de apoyar la fiesta de manera activa, que como aficionada se agradece. No es fácil emprender por afición una tarea como ésta. Hoy fue media plaza, mañana será lleno de bandera, en un festival que está llamado a institucionalizarse al cierre del año con los triunfadores de la temporada nacional. Enhorabuena también a la alcaldesa del distrito de Villa María del Triunfo, donde se instaló la portátil, por su apoyo a la fiesta. Buen cóctel: Taurinos, profesionales/aficionados y políticos de la mano.
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